Llovió durante tanto tiempo, llovió dentro de mí hasta que mi mundo se volvió negro, mi
horizonte se estaba ahogando y en su torrente me arrastraba con él. Cada día que pasaba me alejaba
más de sí misma. Aquel invierno se volvió tan gélido..., pero yo ni siquiera pensaba en recurrir a ningún
foco de calor al uso, ya no distinguía si era producido por la estación natural del año, o era esa helada
permanente que había brotado en mi interior, o era aquel efecto producido por el hostigamiento
constante de aquella pesadilla mantenida en el tiempo unida al esfuerzo continuado de no
querer despertar porque la realidad era infinitamente peor…
El eje del tiempo pareció dislocarse como el recuerdo arrancado de un sueño. En las horas de la noche,
en aquel silencio absoluto, vacío y negro, podía escuchar dentro del alma un sonido sobrenatural
duro y seco como el crepitar de raíces sarmentosas aumentando de tamaño todas las espinas.
isahdezgil_ isaPetricor
_ lluvias de barro _
... permanente estado agónico. Añadir al texto;17 días... en este mismo blog ...
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